DEFINICIÓN DE SISMO
Un sismo es un temblor o una sacudida
de la tierra por causas internas. El término es sinónimo de terremoto o seísmo,
aunque en algunas regiones geográficas los conceptos de sismo o seísmo se
utilizan para hacer referencia a temblores de menor intensidad que un
terremoto.
Estos movimientos se producen por el choque de las
placas tectónicas. La colisión libera energía mientras los materiales
de la corteza terrestre se reorganizan para volver a alcanzar el equilibrio
mecánico.
Una de las principales causas de los sismos es la
deformación de las rocas contiguas a una falla activa, que liberan su
energía potencial acumulada y producen grandes temblores. Los procesos
volcánicos, los movimientos de laderas y el hundimiento de cavidades cársticas
también pueden generar sismos.
No obstante, los expertos en la materia también tienen
claro que un sismo se puede producir como consecuencia de una serie de
importantes cambios en lo que es el régimen fluvial de una zona o bien de los
que se producen en lo referente a las presiones atmosféricas.
Entre las principales consecuencias que puede traer
consigo un terremoto se encuentran las rupturas del suelo, incendios de diversa
gravedad, maremotos o tsunamis y deslizamientos de tierra de muy diversa
envergadura. Ante todo ello, los principales consejos que hay que seguir cuando
se está sufriendo un terremoto son los siguientes:
Si está fuera de un inmueble hay que ubicarse en una zona
abierta, alejada de cualquier tipo de edificio, y también no colocarse cerca de
postes eléctricos.
Si se está dentro de un establecimiento o de la casa, lo
fundamental es situarse bajo el dintel de una puerta y siempre alejado de
ventanas o cualquier otro objeto que pueda romperse y hacernos daño. Si nos
quedamos sin luz hay que apostar por linternas y nunca por velas cuya llama
pueda provocar un incendio.
Existen zonas que tienen una mayor tendencia a sufrir
sismos. Se trata de aquellas regiones donde la concentración de fuerzas
generada por los límites de las placas tectónicas hace que los movimientos de
reajuste sean más frecuentes, tanto en el interior de la corteza terrestre como
en la superficie de la Tierra.
El hipocentro o foco sísmico es el
punto interior de la Tierra donde tiene lugar el sismo. Si se traza una línea
vertical desde el hipocentro hasta la superficie, nos encontramos con el epicentro (el
punto sobre la Tierra donde las ondas sísmicas repercuten con mayor
intensidad).
Muchos son los sismos que se han producido a lo largo de
la historia en todo el mundo. No obstante, entre los más importantes se
encuentra el de Valdivia (Chile) que tuvo lugar en el año 1960 y que alcanzó
una magnitud de 9,5.
Le siguen en gravedad y potencia el de Aceh (Indonesia)
en el año 2004 con 9,3; y el de Prince William Sound (Alaska) en 1964 que
alcanzó un valor de 9,2.
El pasado 19 de noviembre, justo cuando se conmemoraba el trigésimo segundo aniversario del sismo de 1985 del mismo día, como si fuera una especie de burla del destino vuelve a ocurrir un sismo de mayor magnitud en la ciudad de México, sin contar que unos días antes ocurrió otro que había afectado las zonas del sur como Oaxaca y Chiapas, y el 19 de septiembre un nuevo sismo con epicentro entre Morelos y Puebla sacude a la ciudad de México.